08 julio 2005

Durazno y Convención / Jaime Roos

La canción más montevideana...
La calle Durazno nace sin saberlo,
en los cenicientos, palmeras al viento,
abiertas las olas marrones y blancas,
de la playa chica que muere en el gas.
La calle Durazno muere sin saberlo,
cuando se ilumina, toda de lila,
en pleno diciembre, a la hora más lenta,
la siesta obligada del Jacarandá.
La vida,
la vida como siempre dura,
la noche como siempre oscura por la calle Convención.
El mismo,
el mismo taconeo absorto,
los yiros del paseo corto de la calle Convención.
La vida,
la vida tironeando el cobre,
la tienda del judío pobre de la calle Convención.
Botijas,
botijas de la moña suelta
de las rodillas bien mugrientas por la calle Convención.

La calle Durazno atraviesa dos barrios de chata figura,

de amarga dulzura son Sur y Palermo,

rivales y hermanos que cruzan Durazno camino del mar.


Candombe,candombe murga y batucada
paseándose por la bajada
de la calle Convención.
Canilla,canilla.. Acción, El Plata, El Diario…,
paquete bajo el brazo largo
por la calle Convención
Los lentes,los lentes de los relojeros,
los ojos de los bagayeros
de calle Convención.
Y un día
y un día te veré contento
el día que te lleve el viento
de Durazno y Convención.
Los perros,
los perros de los bichicomes
durmiéndose por los rincones
de la calle Convención.
Baldosas,
baldosas partidas hace años,
recuerdos que me hicieron daño
por la calle Convención.
Y un día,
un día te veré contento,
el día que te abrace el viento

de Durazno y Convención.

Fotos: Edgardo Balduccio www.callesdemontevideo.blogspot.com

2 comentarios:

Anónimo dijo...

durazno y convención no representa a todo montevideo.

Anónimo dijo...

si, si y si